El príncipe encantador se vistió de cuero negro
Dejemos algo claro, los príncipes azules como Peter de A todos los chicos de los que me enamoré, Will Traynor de Yo antes de ti o Step de A tres metros sobre el cielo no existen -obvio-. Pero hay que admitirlo, la literatura juvenil tiene al arquetipo de chico malo como el ideal de hombre para las mujeres de hoy y nosotras, nos hemos dejado llevar por aquellas bonitas fantasías.
Aunque se crea que hemos olvidado a los príncipes azules originales que nos presentaban en Rapunzel, Blancanieves, Cenicienta y demás cuentos para niños, en realidad no fue así. Actualmente hemos tomado la imagen que teníamos del hombre perfecto y la hemos hecho evolucionar. El de ahora puede tener diferentes estilos, pero su actitud desinteresada e irreverente nunca se pierde. A veces se nos enseña a un chico gracioso, tímido, quien es simpático sin intentar serlo, a veces a un elegante, apasionado y sexy director de una compañía y en otras ocasiones, a un rebelde, que viaja en motocicleta y es un temerario.
¡Compruébenlo ustedes mismos! Los invito a que tomen el último libro de romance de literatura juvenil que leyeron y me cuenten qué estilo tiene el protagonista.
Romeo y Julieta no pasan de moda
Lo que me entristece de la imposición de este arquetipo no es que nos enamoremos de vampiros que hacen comentarios sarcásticos, sino que nos olvidamos de las clásicas historias de amor que en otro momento fueron la causa de ensoñaciones. ¿Qué pasó con Romeo y Julieta, Ana Karenina, Madame Bovary, María, El amor en los tiempos del cólera, Como agua para chocolate, entre muchos otros?
En ellos también se habla de amor y, si bien era distinto, más acoplado a lo que sucedía en la época, eso no le quita la belleza a la composición del libro. Tomaré, por ejemplo, a Como agua para chocolate. Estoy de acuerdo en que el romance entre los personajes no convence a ninguna mujer de hoy, pero en el mismo libro hay una increíble descripción de los alimentos que nos lleva a poder oler y saborear la cocina mexicana con la que creció Laura Esquivel.
Sucede lo mismo con Romeo y Julieta. Nos parece trágico que ambos hayan muerto por el otro y más triste aún que se hayan enamorado eternamente tras verse una única vez. Sin embargo, aquello no le quita a la obra su valor ni a William Shakespeare su talento. Por una razón el libro es un ícono de la literatura inglesa 423 años después.
No podemos tomar como ejemplo del verdadero amor a las parejas de estas historias, (en realidad de ninguna), pero aún podemos apreciar la escritura y aprender de las costumbres de otras épocas, países o culturas, para formarnos una idea integral de lo que podría ser el amor.
Los feos también tienen su lugar
Encuentro otro dilema en el ideal de chico malo y es que no representa sino a un grupo, precisamente a uno escaso. Y les pregunto a los escritores: ¿acaso no encuentran otro ejemplo de hombre que retratar? ¿Están seguros de que el chico malo es el ejemplar de las mujeres jóvenes y reales?
Yo no estoy tan segura, así que les contaré una verdad que nos cuesta admitir: hay hombres ‘buenos como el pan’, torpes y dormidos, olvidadizos o dispersos, feos, gordos, bajos, de varios colores, sin sentido del humor, ñoños, simples, etc., etc. que también son ‘buenos partidos’. Pues así como hay todo tipo de mujeres, hay todo tipo de hombres y para cada una hay uno especial. La verdad es que no necesariamente tiene que ser hombre.
Chico malo o abusador
Y si el ideal de chico malo me disgusta, el que se ha creado en novelas como Cincuenta sombras de Grey me provoca nauseas. Entiendo que a muchos les parezca atractivo y apostaría a que usan el libro como guía para cumplirle alguna fantasía sexual a su pareja, pero lo que no soporto es que estando enmarcado en el siglo veintiuno, en un momento en el que el feminismo está en auge, se siga promoviendo el maltrato a la mujer como un juego.
Opino firmemente que incluso las novelas eróticas, las más sadomasoquistas deberían regirse por el respeto.
Hombres y mujeres entiendan algo: no porque un chico sea guapo o rico tiene derecho a pasar por encima de una chica o de cualquier persona. Por favor no lo olviden cuando se encuentren con alguien por el estilo, les ahorrará muchas decepciones.
Quiero insistir en este punto que escribí hace algunas líneas: el amor verdadero no se encuentra en un libro, en una novela o en una película, simplemente está allá afuera en alguna persona. O puede ser que esté en tu perro, nunca se sabe.